Durante un viaje a Ecuador, Audrey se enfrentó a un dilema: ¿cómo meter sus productos de baño en una mochila? Sólo había una opción: llevar sólo lo imprescindible y meter en la mochila una pastilla de jabón, un champú, una pasta de dientes y un desodorante.

Una vez allí, descubrió un país que vive de su propia cultura, pero también gracias a las asociaciones de mujeres. Estas asociaciones fabrican ropa a mano, así como cosméticos naturales. Por primera vez, fabrica sus propios jabones y se los lleva a Francia.

Una vez en Francia, sus existencias empezaron a agotarse. Así que se puso de nuevo a crear sus propios jabones y, con la llegada de un bebé, soñó con una vida más sana y un planeta más limpio para su hijo.

Así fundó L'Orée du Sud con una gama de cosméticos naturales y esenciales para cuidarle y reducir los residuos.