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¡Descubre todos los beneficios de la grosella negra con gemoterapia en Humasana! La gemoterapia utiliza extractos vegetales de raíces y brotes de árboles para aprovechar sus propiedades curativas para...
¡Descubre todos los beneficios de la grosella negra con gemoterapia en Humasana! La gemoterapia utiliza extractos vegetales de raíces y brotes de árboles para aprovechar sus propiedades curativas para el organismo. Los brotes de grosellero negro tienen efectos antiinflamatorios, antioxidantes y drenantes, recomendados para reforzar el sistema inmunitario, aliviar las alergias, reducir la inflamación de las articulaciones y favorecer la circulación sanguínea.
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La gemoterapia es un método de tratamiento terapéutico natural que utiliza las yemas y los brotes jóvenes de árboles y arbustos. Las yemas de grosellero negro son una de las muchas plantas utilizadas en gemoterapia por sus propiedades y beneficios terapéuticos.
Las yemas de grosellero negro son ricas en vitaminas, minerales y oligoelementos. Los principales principios activos de las yemas de grosellero negro son :
En gemoterapia, los brotes de grosella negra se recomiendan para tratar trastornos de la circulación sanguínea, como varices, hemorroides y piernas pesadas. También puede utilizarse para reforzar el sistema inmunitario y prevenir las infecciones. Sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes son eficaces para combatir los radicales libres, frenar el envejecimiento celular y aliviar los dolores articulares. También puede utilizarse para mejorar la digestión.
Los brotes de grosellero negro pueden tomarse en forma de gotas, tintura madre o comprimidos como tratamiento. Es importante seguir las dosis recomendadas y consultar a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier tratamiento de gemoterapia. También es importante tener en cuenta las contraindicaciones y las posibles interacciones medicamentosas.
Se recomienda que los brotes de grosellero negro no sean utilizados por mujeres embarazadas o en período de lactancia, sin el consejo de un médico o profesional sanitario cualificado. Tampoco se recomienda su uso en niños menores de 12 años sin el consejo de un médico.
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