La historia de After Inject comienza en la consulta de un médico, cuando la fundadora recibió su primer y último tratamiento de Botox, una experiencia que describe como dolorosa e insatisfactoria. Con casi 500 euros menos en la cartera y un rostro firme pero poco natural, decidió que tenía que haber una alternativa mejor.

Impulsada por el deseo de encontrar productos naturales pero eficaces para el cuidado de la piel, empezó a pasar noches enteras investigando principios activos naturales y péptidos con propiedades similares a las del botox. Tras innumerables búsquedas y llamadas telefónicas, consiguió convencer a uno de los principales fabricantes de cosméticos de Alemania para que colaborara con ella en el desarrollo de los primeros "productos naturales de botox".

Tras más de un año de intenso trabajo de laboratorio, se desarrollaron y optimizaron más de 30 fórmulas por producto para lograr el resultado deseado: efectos visibles antes y después que dan a la piel un brillo radiante. Un estudio dermatológico ha confirmado finalmente la eficacia de estas fórmulas innovadoras.

Un aspecto decisivo del desarrollo de los productos fue la estrecha colaboración con médicos. A diferencia de muchos productos tradicionales para el cuidado de la piel, que sólo se prueban en laboratorios, After Inject quería asegurarse de que los productos se probaran en condiciones reales y en personas reales. La colaboración con médicos de Alemania y EE.UU. permitió recabar valiosas opiniones directas para perfeccionar los productos. El resultado es After Inject, una marca que combina la eficacia natural con la experiencia profesional.